miércoles, 15 de julio de 2009

"El problema es el circo que rodea al jugador"


Entrevista a Norberto "Ruso" Verea, periodista deportivo

Por Nicolás Fassi

Con 52 años, Norberto Verea es un bicho raro dentro del periodismo deportivo. Ex arquero y director técnico recibido, el Ruso demuestra en cada una de sus intervenciones que, a diferencia de muchos colegas, tiene algo más que una pelota en la cabeza. En diálogo con Nadie Sale Vivo de Aquí (domingos de 8 a 10 por Radio Nacional, AM 750), Verea analizó el papel que les cabe a los medios de comunicación y a los mismos periodistas en la mercantilización del deporte y, en especial, del fútbol.

P: En medio del receso futbolístico ¿es necesario hablar constantemente de fútbol?
R: No se puede hablar todo el tiempo de fútbol. Primero porque se subestima al que recibe y segundo porque simplemente no da para tanto. Si hay mil partidos, podés hablar de ellos durante todo el día, relacionándolos. Pero el problema es que son cada vez más feos. Entonces, cada vez se habla menos y esos mil partidos no alcanzan para llenar tiempo.

P: ¿Cuál es la responsabilidad de los periodistas en este tema?
R: Con todo esto se armó un circo miserable que generó que haya periodistas que se creen más importantes que los protagonistas. Entonces, esos periodistas no informan para formar, sino que informan para desinformar porque les conviene seguir dentro del circo miserable. También están los que son funcionales al circo. Por ejemplo, cuando Fernando Niembro dice 'los burgueses que vienen de afuera' (en referencia a los jugadores que vienen de jugar en el exterior y que ganan mucho dinero), pierde de vista que él mismo se aburguesó trabajando para el monopolio.

El hecho de haber sido jugador le permite a Verea disfrutar de un plus a la hora de opinar sobre distintas situaciones. "En el césped pasan cosas muy diferentes a como las cuentan los relatores. Hay algunos que, sentados cómodamente en una cabina de transmisión, se equivocan del apellido de los jugadores y nadie dice nada. Pero cuando un jugador tiene un mal día, lo crucifican", asevera.

P: En todo este cambalache, ¿cómo se sitúa el mensaje de Huracán?
R: Es que Ángel Cappa usa el fútbol para pensar. Es jodido eso. Es complicado volver a creer en algo cuando hace 20 años que un grupo nos viene diciendo que eso, supuestamente la verdad, no sirve. Por ejemplo, un equipo que hace cuatro toques y cambia de frente, y la mayoría de la gente dice, "qué bien". En cambio, los relatores dicen "me aburro", pero se excitan cuando un defensor le revienta la tribuna.

P: Con este panorama, entonces, se corre la posibilidad de matar el juego…
R: Pero por suerte viene Eduardo Salvio (de Lanús), quiebra la cintura y la mete en un ángulo; o Javier Pastore (de Huracán) hace un caño y nos abrazamos. El fútbol tiene eso de soñar. Pero no solamente cuando sos chico. Aún cuando cuándo sos grande tenés ganas de jugar. Cuando se hace referencia al dinero es cuando se cae en el error. El futbolista siempre tiene algo por qué competir. Por ejemplo, Cristiano Ronaldo podría haberse quedado toda la vida en Manchester United, donde es ídolo, y ganar mucho dinero. Sin embargo, se fue a Real Madrid en busca de nuevos desafíos. Entonces, queda claro que el problema es el circo que rodea al jugador.

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