miércoles, 29 de octubre de 2008

Inseguridad en la Construcción

“Hablar de accidentes de trabajo es un eufemismo”

Como antinomia del cada vez más elevado número de muertes en la construcción, aparece el silencioso manto que encubre estos "accidentes" de trabajo. ¿Por qué estos casos nunca llegan a la Justicia?

Mario Alberá es editor del portal Sosperiodista.com, y realizó varias investigaciones acerca de las muertes de obreros en obras de construcción en la ciudad de Córdoba. En entrevista para Nadie Sale Vivo de Aquí, el periodista llegó a la conclusión de que el principal problema es la actual Ley de Riesgos de Trabajo y argumentó otras causas del flagelo.

“Siempre son muertes que quedan sin una resolución penal, ese es el grave problema. ¿Alguien recuerda alguna condena penal a los responsables por algún accidente de trabajo fatal aquí en la ciudad?”, comenzó Alberá, quien explicó que : “acá pasa que los fiscales que deberían convertirse en impulsores de estas causas y los familiares que deberían ser querellantes no lo hacen por múltiples razones”.

Según Alberá, hubo un intento de revertir la impunidad por parte de la Justicia durante el gobierno de De la Sota: “El (ex) fiscal Gustavo Vidal Lascano había instruido a los distintos fiscales para que se impulsaran las distintas causas para que las muertes de la construcción no quedaran impunes. Pero claro, los familiares los optan siempre por el camino más corto, que es el del acuerdo civil y económico de una indemnización”.

“Evidentemente cuando ocurre un accidente, esto sale publicado en los medios como un accidente pero esto es un eufemismo, ¿no? El resultado es una cadena de irresponsabilidades: el empresario que se lanza a hacer una obra sin los permisos adecuados, la Secretaría de Trabajo que por ahí no controla como debería controlar, el Municipio igual, el gremio que no está adecuado porque no tiene los inspectores suficientes”, concluyó.

Por Laura Cabrera

Ilustración publicada en Safety Blog: Noticias de Seguridad e Higiene Laboral.

Datos para denunciar accidentes e inseguridad laboral

Una broma interna

Hay directores que uno seguiría con los ojos cerrados, sin dudarlo un segundo, por más que alguna vez ya nos hubieran decepcionado. Pero el amor cinematográfico, como todo amor, es sordo (por no decir ciego), y tal vez al amante le cuesta ver lo que otros consideran evidente, por más exigente que éste intente ser. Para mi, los hermanos Coen, máximas figuras de los últimos premios Oscar por Sin lugar para los débiles, son de esta clase de directores. Creadores de obras geniales e inigualables como El Gran Lebowski, De paseo a la muerte, Barton Fink o Fargo, los Coen supieron caer sin embargo en más de un desliz (los peores fueron El quinteto de la muerte y El amor cuesta caro), acaso porque en el fondo siempre coquetearon con la gran Industria, por más que la crítica especializada los siga considerando referentes del cine independiente del norte, con Oscar incluido. Y es que esta verdadera entidad cinematográfica tiene tantas virtudes como defectos (y muchos de estos últimos derivados de las primeras): por un lado, los Coen ostentan una gran maestría narrativa, una originalidad indiscutible en sus planteos formales y técnicos, y un ingenio superlativo para la escritura de diálogos y la creación de personajes. Pero al mismo tiempo, su cine suele sufrir de un nihilismo típico de los grandes creadores, que pueden caer directamente en el cinismo y en el desprecio hacia sus propias criaturas, a las que han llegado a manipular y castigar cual dioses del gran olimpo cinematográfico. Claro que Sin lugar para los débiles los había mostrado de nuevo en su mejor forma, con un cine agudo, incisivo, riguroso y arriesgado al mismo tiempo, que parecía reflejar una maduración largamente esperada en ellos. Lo que por supuesto agigantaba las expectativas en la platea… ahora nuevamente frustradas con Quémese después de leerse, que si bien no está entre sus peores filmes, representa sin duda un retroceso en la carrera de estos directores.
Mitad comedia negra sobre la estupidez reinante en Estados Unidos, mitad parodia sobre los filmes de intrigas (aunque bien lejos de El Gran Lebowski), Quémese después de leerse es un filme a todas luces desnivelado, que vuelve a mostrar varios de los defectos de estos creadores reseñados más arriba, a pesar de que los Coen intentan aquí tomarse el pelo hasta a sí mismos. Acompañados nuevamente de algunas de las máximas estrellas de Hollywood, con Brad Pitt y George Clooney a la cabeza, los Coen presentan un elaborado mecanismo que gira alrededor de las memorias de un ex agente de la CIA, Osbourne Cox (John Malkovich), que por casualidad caen en manos de dos ineptos profesores de gimnasia (Pitt y Frances McDormand, caricaturizados al máximo), que no tienen mejor idea que tratar de chantajear al supuesto espía. Claro que todo saldrá al revés, y los enredos se empezarán a multiplicar hasta convertirse en una gran bola imparable, capaz de alcanzar a la propia agencia de inteligencia. Entre otros, aparecen un ex custodio (Clooney) que aprovecha cada viaje de su mujer, autora de libros infantiles, para reunirse con su amante (que es la esposa de Osbourne Cox), un grupo de investigadores la CIA que intentan descifrar el entuerto y hasta funcionarios de la embajada rusa. Todo parece servir, empero, solamente para reírse de estos patéticos personajes, uno más estúpido que el otro, por más que la obra contenga varios comentarios sobre el estado cultural y político del norte, aunque demasiados lavados. Y si bien hay varios pasajes logrados (y aunque ya sea la obra comercialmente más exitosa de los Coen) el filme se convierte a fin de cuentas, y en la mejor de sus interpretaciones, en una gran broma interna de sus creadores y protagonistas, que difícilmente tenga alguna relevancia para el mundo fuera de Hollywood. Una lástima, porque significa que los Coen han vuelto a cerrar su mirada para dedicarse a mirar sus pupos.

Martín Iparraguirre

lunes, 27 de octubre de 2008

AL SON DEL JAZZ

El efecto jazz hace tambalear a los mercados internacionales, conocer las claves de la crisis estadounidense es la mejor opción para no ponerse la camisa de fuerza.

El fantasma de la crisis de 1929, conocida como “Crack de Wall Street”, sobrevuela los mercados internacionales, y en todos los países crece la preocupación ante la quiebra de numerosos bancos. No obstante, el escenario internacional y las medidas que está adoptando el gobierno de George W. Bush van delineando un panorama diferente al de la década del 30’.

Así lo explicó Alfredo Blanco, titular de la cátedra de Historia del Pensamiento Económico de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC. A continuación, algunas claves y conceptos del entrevistado para entender el tema:

Posible impacto a la economía argentina: “Las empresas que operan en Argentina la mayoría son filiales de multinacionales, las cuales van a ver que sus matrices les restringen posibilidades de financiamiento, que se endurecen las condiciones de crédito internacional y es muy probable que haya estrategias de repatriación o de giro de utilidades de empresas. El mundo crece menos, y la demanda internacional de los productos de la Argentina disminuye”.

Causas del efecto jazz: “Esta crisis empezó cuando comenzaron a aumentar los índices de morosidad de la banca estadounidense por el problema de estas hipotecas subprime, y porque a estos instrumentos financierosque se inventaron, sin regulación y sin control, empezaron a sumarse otros y a colocarse como valores en la Bolsa”.
Medidas anti crisis: “Luego de la quiebra de varios bancos, entre ellos el Leman Brothers se creó “inmediatamente un fondo de 80.000 millones de dólares entre la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo, y otros países para inyectar liquidez al sistema y morigerar los efectos a nivel financiero”.

Para evitar la caída de los mercados: “El Gobierno tiene que ser prudente con la estrategia de pagar deuda, como puede ser el caso de pagar deuda como en el caso del Club de París, o de la discusión de la renegociación de los hold outs, porque sería bueno tener como una especie de fondo de reserva por sí la cosa se pone más dura”.

Por Laura Cabrera

martes, 21 de octubre de 2008

Punto de partida

Bolivia dio un paso fundamental para reducir el “empate catastrófico” al aprobar el referéndum popular que determinará la validez de la nueva Constitución. Claro que el pacto necesitó de horas y horas de negociaciones y de que ambos bandos cedan en algunos conceptos fundamentales. El gobierno, por caso, acotó el mandato potencial de Evo Morales y permitió variaciones en un centenar de puntos. La oposición, mientras tanto, terminó por aceptar una Carta Magna que, pese a las modificaciones, mantiene el espíritu indigenista que le imprimieron en un principio.

En las modificaciones se encuentra, precisamente, la clave para extraer conclusiones sobre el lerdo proceso de reforma constitucional. Es cierto que pese a contar con una abrumadora mayoría popular el gobierno debió ceder en muchos aspectos para dar lugar a su proyecto. Enfrente, los sectores más favorecidos lucharon tenazmente para no perder sus históricas ventajas y lograron proteger algunos privilegios. Sin embargo, si tomamos en cuenta el estado de Bolivia antes de que Morales asumiese el poder y analizamos cómo quedará la legislación luego de aprobada la reforma –cuestión que damos por hecho-, entenderemos que la nueva Carta Magna representa un avance histórico en uno de los países más desiguales del mundo.

El coto a los latifundios y la inserción del indígena como un ciudadano pleno representan verdaderos triunfos para el país. Asimismo, la inclusión de las autonomías impone un mayor federalismo, que tendrá que ser tratado con sumo cuidado para no caer en una regionalización extrema que decantará en una desigualdad aberrante.

Si el llamado acuerdo nacional pretende ser un punto de partida hacia un país más equitativo, entonces la labor del oficialismo puede entenderse como exitosa. Pero si los avances mencionados quedarán registrados en un papel en blanco, Bolivia seguirá ostentando el triste mote de “uno de los países más desiguales del mundo”.

Patricio Ortega

jueves, 16 de octubre de 2008

¡Felicitaciones!




Elena de barrio Maipú resultó la ganadora del sorteo del Indeseable de la semana y se llevó el DVD del filme Perdidos en Tokio que se sorteamos el 10 de octubre. Elena eligió como ideseables a "todas las personas que festejan por la caída de las bolsas y la crisis económica en Estados Unidos porque no saben que los primeros que vamos  a sufrir las consecuencias seremos nosotros". 

¡Felicitaciones!

domingo, 5 de octubre de 2008

"LEGALICENLA"



Tal como reza una canción, cada vez son más los sectores que reclaman la instrumentación de legislaciones que apunten a un consumo de drogas más responsable. En Argentina ¿estamos preparados para poner en marcha normas de este tipo?

Nadie Sale Vivo de Aquí instaló la polémica entre los oyentes sobre el proyecto de despenalización de tenencia de drogas para consumo personal a través de la entrevista al licenciado. Juan Carlos Mansilla, director del PROGRAMA Cambio y miembro del Centro de Estudios de Adicciones de la Facultad de medicina de UNC.

Mirada criminalizadora: “Yo estaría a favor de la idea de que la penalización de drogas, tal como está ahora, debe ser modificada porque la penalización trata desde una perspectiva criminal al consumidor de drogas”.

Inmadurez institucional: “Creo que el país todavía no está preparado en relación a lo que es la prevención de la adicción y los dispositivos asistenciales, que debería ser la discusión central: cómo está hoy la prevención y la asistencia”.

Doble mensaje: “El punto más débil de la iniciativa es que se envía un mensaje a la comunidad de que las drogas no parecen ser tan peligrosas como se creía hasta ahora, lo cual es absolutamente falso, por lo tanto haría falta mayor preparación en lo que son políticas preventivas mas profundas y de educación también”.

Esa maldita obsesión...


El peso y la comida son dos caras de la obsesión que comparten quienes padecen de bulimia, anorexia y de obesidad, enfermedades que por estos días estuvieron en boca de todos por la sanción de una ley que obligaría a las prepagas a costear el tratamiento de dichos trastornos.

Nadie Sale Vivo de Aquí consultó a la coordinadora terapéutica de la Asociación Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA), Soledad Moreno, para analizar los alcances de la Ley de Obesidad, aprobada el pasado 13 de agosto en el Congreso, quien tildó de “positiva” la instrumentación de la norma, ya que el tratamiento de las patologías alimentarias es muy costoso.

“Si no se contempla este tipo de enfermedades, las obras sociales serán sancionadas”, explicó Moreno en relación a la posibilidad de que las empresas prestatarias de salud se nieguen a afrontar el costo de la atención de patologías alimentarias. “Esperemos que así sea – continuó la profesional - porque si no se cumple con esta reglamentación, estaríamos hablando de discriminación”.

Las consultas sobre obesidad recaen más en Buenos Aires, ALUBA Córdoba atiende todo tipo de inquietudes con respecto a la bulimia y la anorexia; consultas que se han incrementado considerablemente desde comienzos del 2008 en el grupo adulto, cuando el “grueso de las consultas responde al sector socioeconómico medio – bajo, el cual no tiene acceso al sistema da salud privado, de personas entre los 13 y 20 años”.