miércoles, 16 de julio de 2008

Cuando los angelitos van al cielo


Según estadísticas reveladas por la Subsecretaría de Salud de la Municipalidad de Córdoba, durante el 2007 murieron 295 niños menores de un año; lo cual indica que en este periodo fallecieron 47 infantes más que en el 2006.

El fantasma de la mortalidad infantil aterrizó nuevamente en la agenda de los medios de la ciudad: un aumento de este indicador alertó a la comunidad y a las autoridades del municipio. Así lo dio a conocer en una entrevista realizada por Nadie Sale Vivo de Aquí a Medardo Avila Vázquez, subsecretario de Salud, quien informó que el año pasado fallecieron 47 niños menores a un año más que en el 2006; y destacó que en la mayoría de los casos se trataba de bebés cuyas madres son menores de 20 años y tienen un bajo nivel de instrucción.

Entre las causas que pueden atribuirse a esta problemática, el funcionario atribuyó el incremento a “la epidemia de bronqueolitis, de tos convulsa, que tuvimos el año pasado” y agregó que estas enfermedades impactaron mayormente en el “grupito de chicos que habían nacido con bajo peso”. “Lo que esto nos mostró es que nosotros tenemos un sistema sanitario muy precario, muy del día a día y que cuando tenemos situaciones como las del año pasado, nos mata a 47 chicos más”, admitió el subsecretario municipal.

Otros de los datos alarmantes es que de los 295 niños fallecidos, 8 de cada 10 nacieron con menos de 2500 gramos y 6 de cada 10 fueron prematuros por factores de riesgo vinculados en general a deficiencias por controles de embarazo. En este sentido, Avila manifestó que a pesar de contar con una red de 95 dispensarios en casi todos los barrios de la ciudad, “todavía nos falta llegar más a ellos porque tenemos el 50 por ciento de las embarazadas no se están controlando”.

Dos realidades

A partir de las cifras de la mortalidad infantil, Avila Vázquez traza un mapa social de dos ciudades en condiciones de desigualdad ya que explicó que “el grupo de madres que tiene altos niveles de instrucción, prácticamente tiene los niveles de mortalidad de los países desarrollados, y el grupo de madres que tiene baja instrucción tiene el nivel de mortalidad que tiene Centroamérica”; al tiempo que remarcó que esta situación representa un desafío: “Es ver cómo hacemos que esta ciudad sea más igualitaria”.

Desde la Subsecretaria de Salud estiman que 600.000 cordobeses recurren a los servicios sanitarios municipales, y que a pesar de que los recursos que dispone la dependencia no son suficientes, no tienen previsto incorporarse al Plan Nacer, cuyos fondos provienen del Banco Mundial, porque el mismo “está planteando que nosotros tenemos que reorganizar nuestro centro de salud y ponernos a funcionar como si fueran centros médicos privados”, argumentó el funcionario.

“Más allá de los números, esto significa situaciones particulares, de niños que han muerto, con una familia que ha quedado un tanto vacía, sin una respuesta y con un dolor muy grande” concluyó Merardo Avila Vázquez, sin dejar de lado el aspecto frío de todo indicador: “por otro lado, está el tema de la mortalidad infantil como un símbolo, un reflejo del nivel socio económico, socio sanitario de una sociedad, o el nivel del bienestar de una sociedad; que en este caso, es la ciudad de Córdoba”.
Por Laura Cabrera
*Aclaración: La gente del campo llamaba "angelitos" a los niños pequeños que fallecían, costumbre que se conserva en algunas provincias del norte; donde la desnutrición y las enfermedades alimentan los índices de mortalidad infantil. La ilustración pertenece a Rocambole, denominada "Angel empetrolado".

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