domingo, 18 de octubre de 2009

Un "solemne cornudo"

Un juez brasileño desestimó una demanda por daños morales y ofensa al honor de un policía que denunció al amante de su mujer, en una sentencia en la que el magistrado califica al marido traicionado como un "solemne cornudo".
La sentencia fue dictada por el juez en lo civil de Rio de Janeiro, Paulo Mello Feijó, quien pidió al policía federal denunciante perdonar al amante de su mujer, dado que ella también había sido perdonada.
El caso comenzó cuando el policía federal descubrió que su esposa lo traicionaba y decidió conocer al amante de ella, a quien habría amenazado.
Entonces, el amante acudió a la División Asuntos Internos de la Policía Federal para denunciar al marido, pero el caso rápidamente fue conocido en el ambiente policial, lo que le trajo problemas "de honor" al traicionado.
El juez se explaya sobre las necesidades sexuales del hombre y de la mujer en la mediana edad, en un fallo que la prensa brasileña publicó con pompa.
Dice el fallo: "Algunos hombres en la mediana edad, ya no muy viriles, con el cuerpo sin responder al comando cerebral y hormonal, frente a una mujer encendida las 24 horas, descargan sobre ella sus frustraciones, hablándole de su celulitis, llamándolas de gordas -pecado mortal- (sic) y echándoles la culpa por su pobre desempeño sexual".
El juez Feijó en su fallo para archivar el caso apuntó que "las mujeres, en la época de la pre menopausia, desean sexo con mayor frecuencia y calidad y más cariño, que no dure apenas algunos minutos". "Ante esto tienen dos caminos: o se deprimen o buscan placer en otros brazos y otros besos y traicionan por motivos del corazón", agrega el fallo.
La sentencia del juez carioca indica que las mujer considera que el marido ya no la desea. Y sigue: "Entonces la mujer piensa: 'el amante me mira con deseo y yo que soy un buen violín tengo un músico que me hará mostrar toda la música que tengo para ofrecer'". Finalmente, citando a Madame Bovary, Gustave Flaubert, y a Don Casmurro, de Machado de Assis, el juez resuelve: "Un día el marido descubre que otro tuvo a su mujer y quiere matarlo...¡por haberle sacado la dignidad y haberlo transformado en un solemne cornundo!".

jueves, 1 de octubre de 2009

Cartas de fuego

El debate de la Ley de Servicios Audiovisuales plantea opiniones de todo tipo: a favor y en contra. La periodista de Prensared, Katy García envió una carta a la diputada Norma Morandini en respuesta al desafío que la diputada desliza en su respuesta a un primer planteo de repudio a su posición, en el debate de la Ley de Medios realizado en la Cámara de Diputados de la Nación.

A continuación se transcribe la primera carta titulada “Repudio su voto”, luego la contestación de Norma Morandini y finalmente, la dura réplica de Katy García a los dichos de la legisladora por el Frente Nuevo.

Diputada Morandini:

En verdad no me sorprende. Ya la había escuchado bajando discursos "ciudadanos" en esos encuentros organizados por las ONGs de las empresas con "responsabilidad social" como Arcor.

Siento vergüenza: Su discurso acomodaticio es tal vez más repudiable que el de Arturo Miguel Heredia que, al fin y al cabo, no hizo más que reconocer que es un lacayo de Cadena 3.

Cualquier ley es mejor que la de la dictadura. La misma que asesinó a sus hermanos.

La respuesta de Morandini

Katy:

Como ciudadana tienes todo el derecho a opinar como quieras. Como periodista, una buena periodista, antes que anteponer su prejuicio, como juicio anticipado, debiera indagar las razones de mi votación.

Seguramente ignoras, por ejemplo, que este gobierno termina de aprobar un decreto para que el dinero sucio blanqueado pueda utilizarse para comprar medios de comunicación, algo que la ley no incluía. Podrá darse el contrasentido de que los periodistas terminen trabajando para el narcotráfico y no lo sepan.

Tal vez ignoras, también, que presenté un proyecto de cláusula de conciencia para proteger precisamente a los periodistas de las empresas. Pero tu rechazo es puramente dogmático, ya que me juzgas a priori por hacer docencia sobre la ciudadanía. Creo en la democracia y a las empresas debemos pedirles responsabilidad, no cerrarlas. A ti te indigna y a mí me entristece que en nombre de la democracia seamos tan poco democráticos.

En ese caso, te pregunto con honestidad, qué quieres hacer con los que pensamos diferente a ti. Te imagino joven y me pregunto cómo ejercerás el periodismo, una profesión que exige investigación, respeto por la información y, sobre todo, independencia de todos los poderes, el económico y el político

No voy a ser yo la que te advierta sobre mi trayectoria. Vivo con enorme serenidad, porque yo no tengo que sobreactuar los derechos humanos y a la democracia y a mis hermanos no los mató sólo la dictadura sino la intolerancia de sus propios compañeros.

La gran deuda histórica de nuestro país: revisar la historia que antecedió a la dictadura. Vivo la muerte de mis hermanos como una inmolación para que finalmente vivamos en democracia, con respeto y no aniquilándonos entre hermanos, como en parte insinúa tu carta. Si tienes tanto desprecio, qué debemos esperar de esa intransigencia.

¿Serás capaz de responder a esto? Podríamos haber debatido, pero tu juicio anticipado lo impidió.


Carta respuesta de Katy García

Diputada Morandini: Gracias por asumir su responsabilidad como legisladora y responder. El martes, abro el diario local más importante y leo su nota de opinión. Me dije: seguramente está aprovechando la brecha que el Grupo Clarín –al que pertenece la Voz del Interior-, le ofrece como ciudadana y legisladora para explicar porqué está en contra –al igual que ellos- de la ley de Servicios Audiovisuales.

Después pude conocer que estuvo en un Foro en la Universidad Católica junto a directivos de la empresa.

Creo que estamos en veredas opuestas. Comparto el diagnóstico que Ignacio Ramonet realiza sobre el papel de los medios de comunicación cuando expresa que son el aparato ideológico de la globalización. No entraré en detalles porque es una teoría no conspirativa ni dogmática y muy extendida.

Años atrás, Atilio Borón advertía sobre la “privatización del sentido común” de la mano de Carlos Menem y de los medios de comunicación en el marco del neoliberalismo de los noventa. Y eso se ve claramente en la formación de opinión de la ciudadanía respecto a temas centrales como la propiedad de la tierra, de las frecuencias eléctricas, la exigencia y ejercicio de derechos fundamentales (Ej. Art. 14 bis) etc. etc.

Por más que compartamos la misma nacionalidad, no siento que los poderosos y la oligarquía sean mis hermanos. Por el contrario: son enemigos del pueblo.

No comparto la Teoría de los dos demonios. Leí de pé a pá la Ley de Servicios Audiovisuales y me parece un enorme paso adelante. Por supuesto que a la hora de reglamentar habrá que estar atento y vigilante.

El tiempo y las acciones organizadas por cientos de colectivos que pugnan por ser escuchados dirán lo suyo. Recuerdo tristes ejemplos como la Ley de Reforma laboral que pasó con la famosa Banelco. Esta vez no fue así y eso suma. Solamente leyendo las tapas de los diarios, los programas televisivos y las propagandas mentirosas que se propalan a diario por las radios alcanzan para dimensionar el poder de los medios hegemónicos.

No es retórica. Estoy convencida de que en otro contexto éstos y otros sectores (vaya casualidad: la Iglesia también está en contra), ya estarían golpeando las puertas de los cuarteles.

Si queremos rigurosidad, están los resultados de observatorios de medios realizados por investigadores y facultades de comunicación no sospechadas de kirchnerismo anticlarinista. A propósito: no soy K.

Estoy en contra de la sojización y su política sobre los bienes comunes. Finalmente: no soy tan joven. No soy famosa. Trabajo en medios alternativos. No creo en la objetividad. Aún cuando transitemos por los andariveles de una democracia de baja intensidad, creo que esta oportunidad hay que aprovecharla.

Porque si seguimos esperando que coincidan el momento político justo para todos -opositores y oficialistas- no avanzaremos jamás. Entonces, celebro que esta Ley sea aprobada. Creo que es crucial para las futuras generaciones hoy lobotomizadas por el discurso único, consumista y descomprometido que bajan los medios.

Transformar la realidad –lo dice la historia- significa lucha, enfrentamiento. Porque hay hermanos a los que no les importa que otros hermanos se mueran de hambre o por causas evitables. Que no tengan trabajo ni perspectivas futuras. Incluso, estarían dispuestos a eliminarlos como solución para terminar con la pobreza.

Escribir a los legisladores fue un impulso. No podía creer los argumentos que escuchaba. Usted lo dice: tengo el derecho ciudadano de opinar y lo hice. Simplemente eso.Cartas de fuego